Prólogo – Una advertencia

El blog de CENL estaba creciendo, eso para empezar. No cabía la menor duda al respecto. Marta, Víctor y Aitor se estaban encargando de ello -indica en tu perfil CENL que quieres participar-, con todas las ganas del mundo.

Pero aquél día era la noche antes de Navidad, nada en mi mansión se oía, apenas quedaban restos de las fiestas y bacanales que acogía el resto del año, y sólo quería estar solo. Este año (el V aniversario de CENL) había sido largo, y quería descansar.

Y, sin embargo, mi móvil vibró.  El blog, claro.

Tres fantasmas, decían, me visitarían. ¡Paparruchas! ¿Y escribir yo en el blog, con lo ocupado que estoy? Para relajarme recorrí las habitaciones de mi palacio, situado en la colina más alta de Ámsterdam, el único sitio donde siempre daba el sol.

No importaba, estaba solo. Sin correos, sin llamadas, sin visitas. Una bitterballen y a dormir.

Había luz en la cocina. Una figura se asomaba a mi frigorífico. Sólo intuía su melena negra, ondulando, pero no necesitaba nada más para saber quién era.

«¿No tienes nada más que tres botellas de vino tinto?»

 

La visita del primer espíritu – Una mirada atrás

Los relojes de mi casa sonaron. Eran las doce de la noche. El espíritu (o quizás, debería decir, la espíritu) llevaba un gorro verde de dormir en la mano, con una borla en forma de manzana. Su pelo ardía con pasión, como un fuego negro.

«Pero, ¿qué está pasando? ¡Es imposible!», dije. «Tú estás en Canadá. ¿Quién y qué eres?»

«Soy el fantasma del CENL del Pasado.»

Si alguien me hubiera preguntado, no habría sabido explicar la razón, pero sentía un deseo especial de ver al espíritu con el gorro puesto y le pedí que se lo pusiera.

«¡Qué dices!», exclamó el (la) fantasma, «¿ya quieres apagar, con tus manos mundanas, la luz que te doy? ¿No te basta con ser uno de esos cuyas pasiones hicieron este gorro y me han obligado a llevarlo encasquetado hasta las cejas durante años y años?» .

Y al decir esto, extendió su mano y me agarró por brazo con suavidad. «¡Levántate y ven conmigo

La conocía muy bien. De nada habría servido que arguyera que ni el clima ni la hora resultaban los más adecuados para sus propósitos peatonales, ni que la casa estaba calentita y el termómetro muy por debajo del punto de congelación; ni que iba muy ligero de ropa.

El entorno se desdibujó. Su mano me agarró con más fuerza. «Aquí van mis Navidades tranquilo, joder», pensé.

Aparecimos entonces en un bar. Algo en él era familiar. Reconocía en él a siete personas: Noelia, Carlos, Elena, Estefanía, Andrea, Miriam y yo. La misma foto que hay a mano derecha.

«¡Cielo Santo!», dije, observando el entorno, en 2017. «¡Es el día que decidimos fundar CENL! ».

El espíritu me miró de soslayo con indulgencia. El suave toquecito de su mano, aunque ligero y breve, parecía seguir afectándome, Percibía mil olores flotando en el aire, cada cual relacionado con mil recuerdos, ilusiones y preocupaciones, olvidados largo, largo tiempo atrás. Unos carteles repartidos por Noelia, nuestra fantasma del Pasado, nos habían reunido. Y un año después, en una reunión en la Vrije Universiteit de Amsterdam, fundaríamos CENL junto a muchos CENLers. Noelia M. y Elena S. ayudarían mucho en esta etapa. Paco, Antonio M., Cris del R. y Asier, también aportarían mucho con su presencia. La web de CENL era por entonces nada más que un Worpress sencillo. Entramos en RAICEX.

«¿Recuerdas nuestras reuniones?», interrogó el espíritu.

«¡Que si las recuerdo!», exclamé con fervor. «Podría repetirlas a ciegas».

«Fue siempre una Junta tan delicada que podía caerse con un soplo. ¡Pero qué gran fuerza tenía!», dijo el fantasma.

«¡Sí que lo tenía!», respondí. «Tienes razón. Andrea en Comunicación, Carlos en Vicepresidencia, Elena en Tesorería, Estefanía en Área Interna, Miriam en Educación, Noelia en Presidencia y yo en Secretaría. No seré yo quien lo niegue, espíritu. ¡Dios me libre! Dos años de trabajo y de asentar CENL, con los Ciencias y Vivencias y los Juernes CENL. El inicio del Código Ético. Y luego… llegó la pandemia. » 

La escena se desdibujó, y los escenarios cambiaron. En 2021 era yo Presidente, y tenía un nuevo equipo (ver foto a la izquierda). Elena, Estefanía y Andrea seguían en sus puestos. Pablo era nuestro Vicepresidente, Paula nuestro Secretaria, y Silvia se encargaba de Educación.  Continuamos proyectos, creamos nuevas Comisiones, abrimos nuevos frentes.

En 2022, salió Estefanía, y entró Lucía (a fecha de hoy DOCTORA Lucía, por mucho que no haya anunciado que ha leídoía la tesis), y a Silvia la sustituyó Sonia. Carlos (nuestro querido Carlos) tomó el lugar de Elena, y Aitor entró como Mascota. Entre medias, comenzó CENLab de la mano de Marina y con la inestimable ayuda de Esperanza. Fue el año donde la Comisión de Neurociencia, liderada por Jeniffer, hizo dos ediciones de NeuroCENL, la segunda organizada por Paula y Lucía. Ciencias y Vivencias seguía (y sigue) siendo un estandarte, y tuvimos más presencia en RAICEX. Sara y su equipo consiguieron que el Código Ético se acabara.

Y así, CENL siguió creciendo. Qué gente más maja, joder. Aunque, pensé, me da mucha pena no verles ya ni saber de muchos de ellos. Espero que estén bien.

«¡Espíritu, no quiero ver más! », dije. Llévame a casa. «¿Por qué te complaces torturándome?»

«¡Sólo una Junta más!», exclamó el fantasma.

«¡Ni una más! », grité. «¡Basta! ¡No quiero verlo! ¡No me muestres más! »

Pero el implacable fantasma me aprisionó entre sus brazos y me obligó a observar lo que sucedió a continuación. Vaya looks, joder.

El año era 2023. Gracias a dos audios de 10 minutos cada uno, Cristina entró como Secretaria y Sofía como Vicepresidenta.  Elena entró como Tesorera, Pablo cambió a Vocal de Profesionalización, y Davinia entró como Vocal de Organización (y no sabéis cuánto me sigue odiando a día de hoy por ello). Carlos siguió como Vicetesorero.

Fue el año de NutriCENL (Lucía y Verónica), de la Brain Awareness Week (Jeniffer y tantxs voluntarixs), de la I Feria Infantil y Juvenil de Ciencia en el Instituto Cervantes (Marina, Esperanza, y tantxs voluntarixs), de OncoCENL (Andrea). Jara comenzó la Guía del Investigador Español en Países Bajos. Lanzamos el pódcast Épsilon, con Beba y Antonio. Lety y Alberto montaron WE ARE ALL CENL.  Asistimos al Bridging European Science en Bruselas, en la sede de la Comisión Europea con 200 científicxs españoles de toda Europa (vaya pasada, ¿eh?).

«¡Déjame! ¡Llévame de vuelta! ¡No sigas hechizándome!».

En el forcejeo, si se puede llamar forcejeo aunque la fantasma no se movía ni ofrecía sin resistencia por su parte, observé que su luz era intensa y brillante;  agarré el gorro de CENL y, con un movimiento repentino, se lo puse en la cabeza.

Se hizo el silencio. Me encontraba solo.  Los relojes de mi casa sonaron. Eran las doce de la noche. 

El fantasma del presente

Necesitaba sentarme en mi sillón.

En el momento de asir la manilla de la puerta del salón, una voz me llamó por su nombre y me ordenó entrar. Así hice.

Era mi propio salón, sin duda alguna, pero había sufrido una transformación sorprendente. Más plantas, más fotos de cosas vividas y seres queridos. Una figura se hallaba sentada en mi sillón.

«¡Entra!», exclamó el fantasma. «¡Entra y me reconocerás mejor!»

Avancé tímidamente y evité fijarme mucho. Aunque los ojos del espíritu eran francos y amables, no me gustó encontrarme con aquella mirada. Algo me inquietaba.

«Soy el fantasma del CENL del Presente», dijo el espíritu. «¡Mírame!»

Lo hice reverentemente. Estaba vestido con una simple túnica, o manto, de color verde oscuro, ribeteado con piel blanca. Esta prenda le quedaba muy holgada, dejando al
descubierto su ancho pecho como si desdeñara protegerse u ocultarse con cualquier artificio. Sus pies, visibles bajo los amplios pliegues del manto, también estaban desnudos,
y en la cabeza no llevaba más cobertura que una guirnalda de hojas de manzano salpicada de brillantes carámbanos. Su pelo, de color negro, tenía más canas de las que me gustaría. Su barba, recortada, tenía todavía más. Se contradecían su rostro cordial; su mirada (a veces chispeante, a veces cansada), su animada voz, sus ademanes espontáneos y su aire (a veces festivo, a veces estresado). Era una mirada en el espejo, no tan amable como querría. Ceñía su cintura una antigua vaina, pero sin espada, y la antigua funda estaba herrumbrosa. Llevaba un paraguas.

Con el paraguas señaló al fuego. Una imagen se materializó. Mi Junta de 2024. Sofía, Vicepresidenta (consiguiendo su tesis y ayudando donde puede, apañá y centrada). Cris, Secretaria (mudándose a una nueva casa, ayudando con todo el papeleo que puede, y siempre aportando dulzura y humor acidillo). Elena, Tesorera (poniendo orden donde no lo había, gestionando más pagos y cobros que nunca, una crack). Carlos, Vocalía de Eventos (un tío majo donde los haya, con calma y perspectiva, que siempre aporta). Davinia, Vocal de Comunicación (poniendo toda la pasión y ganas que le permite el día a día y construyendo más que nunca). Alba Sabaté, Vocal de Organización (organizando todo lo que puede, ayudando a las comisiones en todo, es genial aunque no quiere tener visibilidad pública SE SIENTE). Aitor, Mascota y Vocal de Llegada y Retorno (aunque está en España, por suerte no nos libramos de él). Alba Muniesa, Vocal de Profesionalización (con mucho cariño ayudando a encontrar virtudes y destinos a todo el mundo, ella incluida). Marta, Vocal de Divulgación (una máquina, increíble, siempre ayudando y siempre siempre donde se le necesita, no sé a cuántas cosas está). Edu, Vocal de Relaciones Institucionales (con el talante que me falta, la paciencia que necesito, y el buen humor que no tengo). Y Anaïs, Vocal de Educación (pese a estar en la vocalía maldita, está haciendo todo con una pasión que me encanta. Ojalá siga siempre así). Una Junta jodidamente buena.

Me dio algo de ternura. Siempre sentí que las cosas pasan más rápido de lo que uno quiere, y se habla con la gente una cuarta parte de lo que me gustaría. Y cuando se acaba, se acabó. Es lo bueno y lo malo de las asociaciones, que todos vamos y venimos.

«Es lo que es.», dijo el espíritu, leyendo mis pensamientos. «Por eso hay que aprovechar el momento».

«Claro, es fácil. Como no tenemos un trabajo absorbente, ni muchísimas cosas que hacer…».

«Estáis aquí y ahora. Eso muchas veces es más que suficiente.».

El espíritu volvió a agitar el paraguas. Joder, 2024 vino cargado de eventos. 

El espíritu señaló de un punto a otro. Recuerdos de todo tipo se fueron materializando.

Celebrando por todo lo alto: Nuestro V aniversario, con visita de la Secretaria General de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades; la Directora General de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), y el Jefe del Departamento de Coordinación de Relaciones Culturales y Científicas de Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). SCIENCE ÑL, uniendo Países Bajos y España en la Real Academia de las Artes y las Ciencias de Países Bajos. La visita de la Casa Real de España a Países Bajos, en la que incluso S.M. el Rey Felipe VI habló en público de CENL (y le hablamos todavía más de CENL y de la gente que sois).

La ciencia por delante: Nuestro congreso BENELink, en Amberes (y salir de fiesta con gente de todo BENELUX).

Pero ante todo, personas: Eventos de conexión (barco CENL, las conferencias ÑL con nuestras asociaciones hermanas de profesionales hispanos) y formación (como ¿Y ahora qué? para la gente que no sabe cómo continuar su carrera profesional). Eventos de divulgación para niños (CENLab, II Feria de Divulgación Infantil y Juvenil), y para adultos (este mismo blog). Y estamos presidiendo RAICEX, con todo lo que eso conlleva, aportando a España desde fuera y conectando comunidades.

Y… mil cosas más. El tío hablaba mucho, ya me estaba cansando.

«¿Tiene algo de especial que expliques con el paraguas?», pregunté.

«Sí lo tiene. Siempre ha ayudado a que los proyectos salgan de la mejor forma posible».

«¿Sirve para cualquier proyecto?», preguntó Scrooge.

«Para cualquier proyecto que se organice con afecto. Pero todavía más para algo hecho para todos».

«¿Por qué más para algo hecho para todos?», pregunté.

«Porque lo necesitan más».

Los relojes sonaron. Eran las doce de la noche. Estaba solo en mi salón.

El fantasma del futuro

Salí a tomar el aire en mi tercer balcón, el que está orientado al norte, para despejarme. No había dos sin tres, y estaba claro que el último espíritu me visitaría más pronto que tarde.

De hecho, ahí estaba esperándome. El fantasma se aproximó despacio, solemne y silenciosamente. Iba envuelto en un ropaje de profundo verde oscuro que le ocultaba la cabeza, el rostro, las formas, y sólo dejaba a la vista una mano extendida, de no ser por ella, habría sido difícil vislumbrar su figura en la noche y diferenciarle de la oscuridad que le rodeaba. Nada más podía discernir, pues el espíritu ni hablaba ni se movía.

«¿Me hallo en presencia del Fantasma del CENL del Futuro?» dije.

El espíritu no respondió, pero señaló hacia delante con la mano.

«Has venido para mostrarme las imágenes de cosas que no han sucedido pero sucederán más adelante», proseguí. «¿Es así, espíritu?»

Los pliegues de la parte superior del ropaje se contrajeron por un instante, como si el espíritu hubiera inclinado la cabeza. Esa fue la única respuesta. Nos elevamos, y atravesamos Ámsterdam. Nos acercábamos al edificio de la KvK, donde todas las asociaciones se registran en Países Bajos. ¡El sitio merecía la pena! Un edificio emparedado entre edificios, y para rematar entramos por la ventana de una sala triste y llena de papeles, inflada de voracidad satisfecha. ¡Bonito lugar!

El espíritu señaló hacia una memoria encima de uno de los escritorios allí presentes. «Actividades CENL 2025». En enero, actividades sociales por varias ciudades. En febrero, congreso OncoCENL, día de la mujer y la ciencia, talleres CENLab para niños, y celebración del día de Andalucía con tapas y pinchos variados. En marzo, exposición de arte y ciencia SCIENTIA. En abril, III Feria Infantil y Juvenil en el Instituto Cervantes. En mayo… ¡Os iremos contando! Aquí el calendario (todavía por actualizar incluyendo los eventos de 2025). También me mostró que algún bebé CENL está por llegar (enhorabuena a los padrazos)

«Esto es lo que tenemos planificado para este año», dije con miedo. «¿Qué pasará después, esṕíritu?»

El esṕiritu señaló a un rincón de la habitación y fuimos acercándonos.Un cajón mal cerrado en una estantería con el rótulo «Gesloten«. Así pues, aquí estaba el futuro de CENL que iba a conocer ahora.

El espíritu se detuvo entre los papeles y señaló uno, donde estaba inequívocamente el logo de CENL y la fecha de cierre de la asociación, 2026. Avancé hacia él temblando.

«Antes de que siga acercándome a ese escrito que señalas», dije, «respóndeme a una pregunta. ¿Son las imágenes de cosas que van a suceder o solamente imágenes de cosas que podrían suceder?»

Pero el fantasma señalaba, con el dedo hacia abajo, el documento que tenía delante. Allí continuaba el dedo.

«¡Espíritu!’, grité, agarrándome con fuerza al manto, «¡escúchame! Ya no soy como antes. Una nueva ilusión me arde en el pecho. Gracias a este encuentro ya no seré el mismo, no estoy tan cansado. ¿Por qué me muestras todo esto si ya no hay esperanza para CENL?»

Por vez primera la mano pareció vacilar.

«¡Espíritu!», continué diciendo postrado en el suelo. «¡Dime que todavía puedo modificar las imágenes que me has mostrado si cambiamos cómo funcionamos, si acercamos CENL a todavía más personas y esas personas participan en la asociación! »

La mano benéfica temblaba.

«Haré honor a la Navidad y a CENL en mi corazón y procuraré mantener su espíritu a lo largo de todo el año. Viviré en el Pasado, el Presente y el Futuro; los espíritus de los tres me darán
fuerza interior y no olvidaré sus enseñanzas. Y lo mismo será para mi Junta y para todos los CENLers y las CENLers de bien. ¡Ay! ¡Dime que podré borrar la inscripción de esta losa»

En su agonía, me agarré a la mano espectral. La mano trató de soltarse pero la retuve con fuerza implorante. El espíritu, aún con mayor fuerza, me rechazó. Alzando mis manos en una postrer súplica para cambiar este destino,  vi una alteración en la capucha y túnica del fantasma, que se encogió, se desmoronó y se convirtió en una de las estatuas de mi balcón. Mi balcón, mi casa. Nuestro tiempo, nuestro futuro por escribir.

El sol estaba saliendo. Todavía había tiempo.

Aprovechemos el momento. Participad en CENL, venid a los eventos. Disfrutad, conoced gente. Merece la pena, muchísimo. Preguntad a cualquiera de los que he mencionado aquí.

Cada persona tiene sus circunstancias y su vida, y no os pediremos más de lo que os daremos. Os sorprendería cuánto product y project manager ha salido gracias a su trabajo en CENL, cuántas amistades se han forjado, y cuánto buen rato se ha pasado. Y lo que está por llegar. Cinco años han dado para mucho, ¿qué pasará con los próximos cinco?

Vaya mi agradecimiento a todas las personas que han hecho CENL. No estaríamos donde estamos sin vosotros.

GRACIAS, CENLers. A muchísimos todavía no os he nombrado, y no os pienso nombrar… siguiendo un orden: Alberto (salvador de la web, maestro del HTML), Víctor (que se nos ha ido, pero sigue en forma de espíritu de editor de blog), Cristina T. (co-salvadora de newsletter junto con Marta) Mario (ocupado en sus oposiciones, jamás leerá esto), Beba (dando clases, quizás sí me lea), Marta S. (molas), Marta R. (vuelveee), Hans (¡a Miriam ya la mencioné!), Sara (¡ánimo con el máster y mil gracias siempre!), Pablo del B. (dale duro al postdoc), Ana (retornada y feliz), Benito (astrocontinuador del CENLer del mes), Cati (siempre ahí y más maja que las pesetas), Rosa (tan maja o más de lo que se puede esperar de una amiga de Cati, y buena científica), Ramón (nuestro artihta), Silvia (nuestra comisaria), Antonio Mart. (siempre ahí para apoyar y hablar), Antonio L. (otro que se va del país), Andrea C. (majísima hasta cuando se queda encerrada en los garajes), Alejandra (¡entre rave y rave a veces echa un cable!), Eva (una máquina, siempre ahi cuando se lo hemos pedido), Gemma & Russell (¡¡¡felices y just married!!!), Mónica (que se nos va a Granada), Jorge (otra persona que siempre está ahí cuando se le pide, y encima padrazo + encima inmunólogo), Pablo R. (otra persona que siempre está ahí cuando se le pide, y encima padrazo + siempre dispuesto a un café los martes + el autor del post más exitoso de esta web), Iris y Alberto (¿o son Isis y Alfredo?), Daira (ahí siempre en la medida de lo posible), Ángel C. (siempre asistiendo por muy lejos que sea el evento), Guillen (por todas sus sugerencias), Josep (por todo el AI-apoyo), Jesús (sé y espero que Alba te convencerá para que hagas más en CENL), Raquel (viva el arte y las alguitas)… Gracias por ser una comunidad humana, divertida y por merecer la pena. 

GRACIAS, amigos y amigas de CENL. Por el apoyo, siempre.

Gracias, Fundación Ramón Areces. D. Raimundo, Manuel, Vanesa. Ojalá pudiérais saber a cuánta gente estáis haciendo bien, fuera y dentro del país. Siempre habéis estado ahí, acogiéndonos a todas las comunidades en el exterior.

Gracias, Instituto Cervantes de Utrecht. Alberto, Itziar, Luis, sois los que más nos habéis sufrido, pero no sabéis qué alegría poder decir que sois nuestra casa en NL.

Gracias, Embajada de España en Países Bajos (especialmente Joaquín, Patricia e Irene, con quienes más relación directa tenemos y tantos proyectos en común) y Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo -AECID- (gracias, especialmente Santiago y Lourdes).

Gracias, Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (gracias, especialmente Eva) y Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (gracias, especialmente Izaskun, Ana, y Leire que tanto nos escucha).

Gracias a RAICEX y a nuestras asociaciones hermanas fuera del país. Este año más que nunca sé el trabajo que hacéis aportando desde el exterior al país, y también ayudando a todas las comunidades de investigadores que hay fuera. 4.500 investigadores en 36 países en 5 continentes… son muchísimas personas a las que unimos. Y es un orgullo para mí que existáis y que nuestro país de origen nos tenga tan en cuenta.

Gracias a nuestras asociaciones hermanas de profesionales hispanos en el país: Asociación de Egresados PUCP, Profesionales Colombianos en Holanda, Red de científicos e investigadores argentinos en los Países Bajos y Red de Talentos Mexicanos en Países Bajos.

A vosotrxs y a tantos más, gracias por el fuego. Sed parte de CENL, hagamos por construir una comunidad mejor.

Nos vemos este 2025.

 

Rodrigo García Valiente

Rodrigo García Valiente

Presidente en el presente

La peor parte de CENL.

Si le veis por la calle, saludadle, pero de lejos.